domingo, diciembre 12, 2010

MAMÁ MALA

Cuando mi hermana Stephanny era pequeña, ambas participábamos de una especie de juego masoquista, el famoso juego de la mamá mala. En este se suponía que ella era la mamá y yo la hija. Como se trataba de una mamá mala, ella me pegaba porque no había limpiado mi cuarto o recogido las cosas que ella me pedía, así que en el juego, luego de jalarme el cabello o tirarme cachetadas, yo terminaba llorando… Aunque a decir verdad, ella también lloraba porque le daba pena pegarme. Juego estúpido, ahora que lo pienso y ni idea de por qué lo hacíamos. Supongo que era porque mi mamá era medio agresiva y con este juego buscaba que mi hermanita pensara que cuando mamá se enojaba y nos pegaba, solo era una extensión de nuestro juego recurrente. Psicología de una niña de 13 años.

El tiempo ha pasado y muchas cosas han cambiado, mi mamá sigue siendo agresiva, cuando se enoja, pero ahora comprendo su cólera y los motivos que la llevaron a soportar una vida llena de frustraciones y amarguras. Lo comprendo y la he perdonado, por eso intento hacerle la vida más feliz y me la llevo de paseo o a dar vueltas por algún lugar lindo, como hoy que la llevé a la Herradura a comer, lo que ella ha considerado el mejor ceviche de su vida y la comida más rica que nunca pensó comer. Y es que mi mamita es como mi hijita.

Mi hermana Stephanny, mi ex compañera de juegos, se ha convertido en madre, pero en una madre amargada, autoritaria y que trata con amor a su hija mientras ella no llore o no haga berrinche. Intento comprender su amargura, porque a su edad (21) yo iba a la universidad, trabajaba, me amanecía en fiestas y estaba con enamorado. Ella tiene que trabajar para mantener a su hija y ha tenido que decir adiós a muchas de las cosas que le gustan, porque ella es vanidosa, le gustan las fiestas y lucir hermosa, cosa que ahora no puede porque tiene gastos, porque tiene una hija.

Lo que no comprendo es su estado ciego ante la ayuda que se le brinda, su obstinación por hacerse la víctima y exigir consideraciones que no se merece. No comprendo su poca paciencia con la bebe ni la manera altanera ni agresiva con que la trata cuando se enoja. No entiendo que me acuse de querer ROBARLE el amor de su hija, cuando solo veo a Daniela un par de minutos los días domingo o sábado que estoy en casa, porque durante la semana, cuando llego de trabajar o del gimnasio, ella ya está dormida. No comprendo por qué sabiendo que ella no puede darle todo lo que Daniela necesita, se enoje y ofenda a quienes intentamos darle una calidad de vida más plácida. Cómo una madre puede castigar a su hija para castigar a quienes, según ella, le hacen daño.

El amor que es egoísta no es amor y se supone que no hay amor más sublime ni desgarrado que el de una madre, pero qué pasa cuando se trata de una madre mala que lastima a su hija a propósito, que le grita y habla con groserías, que la daña y la marca, sin darse cuenta. Hoy me encuentro muy sensible, pues desde hace un par de meses que no soporto a mi hermana y hoy le dije cosas muy feas, pero que son verdad. Me duele porque ella era mi hermanita y ahora no quiero verla, pero sobre todo me duele porque sé que para lastimarme se llevará lejos a Daniela y la hará infeliz como lo ha venido haciendo y como no parará de hacerlo, lo peor es que no sé cómo solucionar esto, no lo sé y creo que eso me hace sentir peor.

Nuevecitas 062Danielita, ingenua, inquieta, inocente… Solo espero que ELLA esté bien.

miércoles, diciembre 08, 2010

ME ESTRESA…

Siempre me han dicho que me estreso con facilidad y nunca lo he negado, pero he descubierto que existen cosas que son como fosforito para mi inflamable tensión.

Me estresa tener que hacer algo innecesario, solo porque ELLA quiere que lo haga.

Me estresa la voz de mi hermana Je porque es como un pito y solo j.. j… y j…

Me estresa tener que revisar cuadernos cuando sé que no han hecho la tarea.

Me estresa el grito de mi sobrina que no se calla aunque le supliques.

Me estresa hacer exámenes y mucho peor revisarlos.

Me estresa pensar en qué conversar contigo cuando no tengo nada que decirte.

Me estresa ir a algún lugar relativamente cultural y el miedo que me genera encontrarme con FAMCD (con sus tres nombres y dos apellidos).

Me estresa la gente que se hecho harto perfume para ir al gimnasio.

Me estresa las personas que solo hablan de dietas, cuánto han bajado y cuánto ejercicio hacen al día.

Me estresa las personas que no se dan cuenta que el desodorante las abandona y que deben cargar su Etiquet en la cartera.

Me estresa las personas que se esfuerzan por caer bien a todo el mundo y se hacen las ingenuas cuando deben ser tremendas…

Me estresa las personas que son monotemáticas o es política o es religión o economía o, o, o…

Me estresa las chicas que solo piensan en los enamorados, novios y matrimonio.

Me estresa las personas que se hacen las víctimas cuando no lo son.

Me estresa comprar ropa con mi mamá porque nunca nos ponemos de acuerdo.

Me estresa hablar de dinero, gastos y demás.

Me estresa que no me salga la clase de step y peor, que se burlen si eso pasa.

Me estresa cuando no me entienden y cuando intento explicarme parece de alguna manera amarga que la mala soy yo.

Me estresa pensar tanto en el futuro y no poderme dejar abandonar por un par de semanas.

Me estresa que el tiempo pase y que alguna cosas se me queden en el equipaje.

Me estresa estar enferma y no poder curarme por completo.

Me estresa tener miedo de morirme porque hay trozos que aún no he pegado, ni maltratos que no he compuesto.

Pero sobre todo me estresa haber nacido en esta época y sentir que he equivocado el camino, porque aquí me siento atormentada, muy distraída, atolondrada, aunque con muchos momento de euforia y sutil alegría que se embriagan con el vacío que se marca, irónicamente, cuando más rodeada de ruido estoy.

Necesito mi espacio, mis silencios, un poco más de mí, solo para mí.

Necesito ser más egoísta.

Aunque la imagen es de un hombre, me pinta de pies a cabeza.

domingo, noviembre 28, 2010

MENTIROSOS PATOLÓGICOS (II)

Hoy me siento triste y cansada, tal vez porque solo he dormido cuatro horas por quedarme tomando whisky en Del Carajo hasta pasadas las tres, pero la verdad es que hoy estoy triste porque me encuentro en un conflicto existencial: conozco a una persona extremadamente mentirosa que me cae bien y a quien por motivos de gustos afines, tengo que ver de manera frecuente; sin embargo, por no soportar estar cerca MENTIROS@S me da cólera su presencia y reniego, no lo soport@ y no sé qué hacer… Hasta ahora, no lo sé.

A pesar de este conflicto, me he puesto a preguntar por qué existen personas que encuentran en la mentira la salida más fácil para sus problemas, y se les hace tan fácil mentir que ni siquiera se toman la molestia de pensar en crear una mentira con un poco de inteligencia. Es tan fácil descubrirl@s y tan estúpidamente ingenu@s son que se terminan poniendo en evidencia, así no solo quedan como mentiros@s sino que además IDIOTAS.

Recuerdo que cuando era niña, mentía y debo haberlo hecho hasta ya entrada en la juventud; no recuerdo exactamente cuál fue el hecho que me hizo intentar ser más sincera, pero sé que lo que haya ocurrido me hace intolerante a los mentiros@s, por eso una de las cosas que siempre pido, incluso a mis alumnos es que no me mientan. LO ODIO.

No soporto a l@s mentiros@as porque no son sinceros y quien no lo es, no puede ser un amigo leal. Cómo compartir parte de tu vida con alguien que miente de manera constante, si nunca sabrás cuándo es honest@. ¡Qué fea sensación de ansiedad!

Las personas patológicamente mentirosas que he conocido no saben el significado de lealtad por lo que podría ser tu amig@ hoy y mañana ya no. He descubierto, además que la mentira es contagiosa, por lo que cuidado si te encuentras con un@ así, podrías tú también sucumbir ante la tentación de la salida fácil.

Las personas que mienten por quedar bien con los demás, no se detienen a pensar que en el camino podrían estar dejando mal parada a otra, que posiblemente sea inocente y como personas altamente susceptibles que somos, podríamos formarnos prejuicios innecesarios.

Quizás la peor característica (la que más temo) que he notado en una personas mentirosa es que nunca dejan de serlo. Quien miente una vez, siempre lo hará y así se pierde a gente valiosa en el camino.

Si alguna vez te cruzas conmigo y vez que te ofrezco mi amistad, NO ME MIENTAS porque ten la seguridad, que no solo me lastimas, sino que NO volveré a confiar en ti jamás y ahí quién perderá seremos los dos. YO, porque quizás tengas cosas valiosas que no me interesarán conocer por tu patología, y TÚ porque si bien tendré un …. de defectos, soy una amiga incondicional, de esas que te recogen a la hora que las necesites, que te acompañan, que te limpian la baba y te suenan el moco. Esa soy yo, así que tú te lo pierdes. He dicho.

 

martes, noviembre 16, 2010

SIMPLEMENTE ENFERMEDAD

Un malestar general, dolor de cabeza y algo de fiebre invadieron mi cuerpo, desde la mañana de ayer. Asumo que algún virus extraño me invadió mientras me transportaba al trabajo, pues fue ahí donde empecé a sentirme alicaída. Y así estuve, adolorida, fastidiada y quejumbrosa hasta que un gentil farmacólogo de FASA me dio un par de pastillas que hicieron que me despertara ya mejor. Sin embargo, aún así, no he ido a trabajar hoy.

Como ya es mi costumbre, desde un tiempo a esta parte, veo telenovelas y en las dos que me distraen vi algo común, la presencia de la enfermedad que consume, agrieta y atormenta el alma; esa enfermedad que hace que nos convirtamos en personas que no queremos y nos hace actuar como anormales; esa enfermedad de la que se cuidan, o al menos lo intentan, solo aquellos que han sido destruidos por ella y que aprendieron a blindarse contra su influencia, maligna para algunos, celestial para otros. Me refiero al AMOR, pues como dijo Calamaro: Tu amor es mi enfermedad.

¿Por qué el amor a veces nos vuelve estúpidos? A veces se siente como estar afiebrado y somnoliento, como si todo pasara en cámara lenta y no supieras bien lo que dices o te dicen. Te vuelves ciego, sordo y a veces mudo, ves lo que quieres, oyes lo que te da la gana y no reaccionas como deberías. Dejas que te humillen, te griten y comparen, y no sabes por qué, pero confías en que algún día cambiará y que lo hará por ti. Eso, no existe. Te pareces a Mimi de Luna de hiel, película altamente recomendable que impactó a mi amiga Katié. Vela y sabrás a qué me refiero.

Magistral, Luna de hiel

miércoles, noviembre 03, 2010

¿Los amigos de mis amigas son mis amigos?

En pleno siglo XXI es inevitable conocer a “los otros” u “otras”, aquellos intrusos que se insertan en el círculo amical de tus amistades más cercanas, y no solo nos limitamos a verlos, noooo; también investigamos, leemos, escudriñamos y averiguamos defectos, virtudes, vicios entre otros de esos seres que nos quitan la atención de tus preciados amigos. Claro, esto es si eres un loco posesivo que no sabes compartir y es que a veces olvidamos que el afecto no se comparte, se multiplica.

Personalmente siempre me ha causado temor conocer a las amistades de mis amigas, sobre todo cuando se pinta a susodicho o susodicha como: “es lo máximo”, “relinda”, “ingeniosísimo”, “sapientísimo”, “divertidisima” y todos los adjetivos es grado superlativo que puedan imaginar, y claro, aunque esto solo sea una exageración, a veces genera temor por verte menos que aquel o aquella a quien TIENES que conocer.

He tenido dos experiencias de este tipo, una negativa y otra positiva, en donde yo he sido la presentada y una en donde yo he presentado.

1. Un día mi amiga D decidió presentarme a su “queridísima” amiga L. Todo hacia presagiar que nos llevaríamos bien; sin embargo, el día en que la conocí sufrí un accidente por bajarme en el paradero donde la amiga mía, había decidido ir a pasear con su estimada. No solo estaba herida, enojada y avergonzada, sino que además ante el mutismo de la señorita, no supe qué decir ni cómo actuar, en conclusión me terminó cayendo mal.

Mi amiga insistió en juntarnos, recuerdo para jugar bowling, Fui y terminé fumando sola, fuera del local porque el rostro de incomodidad tan obvio (aunque se diga que no), hizo que prefiriera verle la cara al vendedor de chiclé. Ese fue el último intento y desde ese día, muy atinada D decidió no volver a mencionar el asunto.

2. Cuando mi amiga R estuvo en Lima quisimos visitar el lugar más salsero del Callao, La Ley. El día elegido fue un 29 de julio (¿o fue 28?) y para esto tenía pasar por su casa. Cuando mencionó que iba a invitar a una amiga que era “rechévere”, “su mana”, “graciosísima” y “divertidísima”, el recuerdo pasado me hizo, de por sí, sentirme incómoda; sin embargo a mi R no podía decirle que no y así fue como conocí a la otra R, linda mujer… Súper sencilla y gentil que no dudo en maquillarme, sin inconveniente y con la que he tenido el gustazo de salir, ahora que mi R se fue.

Me comentó el otro día que cuando me conoció le dio qué pensar que me fuera de la salsoteca cansada y aburrida… Lo que R desconocía es que ODIO LA SALSA. ¿Para qué fui? Lo que hace una por una amiga. Jejeje.

DSC06277 Gracias Chío por presentarme a tu Chío. ¡Lo máximo!

Yo he presentado a un par de amigas, Chío y Katié, y ambas se cayeron bien de arranque, también que ambas son ingeniosas, sencillas y no se hacen “paltas” por nada. Aunque debo confesar que el buen trato que tuvieron en primera se debe al carácter de Chío, alegre, risueña y desvergonzada (en el buen sentido de la palabra). Suerte tenerla como amiga.

Ahora me pregunto si es ley natural que las amigas de tus amigas, deban ser TUS amigas. Personalmente creo que no, ya que la flexibilidad de trato depende del interés de ambas personas en tratarse, no es el compromiso de hacerlo, sino el sincero afecto.

A veces es tan difícil para algunos hacer nuevos amigos, pero no debemos temer, hay que lanzarnos a la piscina, pues puede ser muy divertido y grato, tanto como tomar wisky, tequila y daiquiri en la zona VIP del Tumbao de Los Olivos, una noche de Halloween, aunque odies la salsa. LA MAGIA DE LA AMISTAD (jejeje).

DSC06345Mi instructora que es lo máximo, Ivon, yo y Fátima en el Tumbao de Los Olivos.

¡Qué viva el wisky con guaraná!

lunes, octubre 18, 2010

Sueño uno

Entre todo el tumulto, no pudieron dejar de mirarse ni un segundo. Él sabía que ese sería el día, ella no pretendía perder la oportunidad y es que desde que se conocieron, ambos no dejaron de soñar con ese momento. Cada uno por su cuenta, había imaginado como sería sentir los labios del otro, y así se pasaban horas suspirando entre sueños, anhelando despiertos, deseosos los dos.

Ese día todo se había dispuesto para que el ansiado hecho llegara. Se habían sentado juntos en el taxi que los transportaba junto a otros conocidos, ahora tan lejanos e ignorados. Lo único a lo que ambos estaban atentos, era en las sensaciones que el otro emitía, esa respiración entrecortada, o la corriente que les recorrió el cuerpo cuando sus muslos rozaron, cada palpitación nunca fue tan evidente, que tuvieron miedo de ser oídos por los invitados.

Llegaron al gran salón y todos tomaron asiento, esta vez una sombra impertinente se puso en medio y tuvieron que fingir toda la noche, sonreír para cada fotografía, celebrar cada comentario acertado y bailar, aunque ella se negó a hacerlo con él. Esto lo confundió, es que ¿había imaginado cada mirada?, será posible que todo fuera su imaginación. Estaba confundido y muy ansioso, no dejaba de temblar.

La vio salir de salón y no dudo en ir tras ella. La vio acercarse a la barra y pedir un pisco sour, cuando se acercó ella lo vio más guapo que nunca, los oscuros ojos café que siempre le habían gustado se le hicieron irresistibles, el toque añejo de su mirada la atraían y no pudo evitarlo.

- ¿Quiero preguntarte algo? le dijo él.

- Yo quiero pedirte algo, respondió ella, y quiero hablar primero para no arrepentirme, pero detenme si me excedo. - Quiero, pedirte permiso para darte un beso, le explicó, porque desde que te conozco quiero saber a qué sabes.

No supo qué contestar, frío por fuera, hirviente por dentro, solo asintió atónito. – Solo quiero pedirte que no te muevas, que no me mires, ni hagas nada.- Le pidió ella y él, sin querer perder esta oportunidad aceptó.

Silenciosa se acercó y él le sintió, primero el perfume, luego su calor, sintió su respiración y no pudo evitar entumecerse. Ella se felicitó por llevar tacones, pues así no tendría que estirarse demasiado. Llevó su mano derecha, le acarició el rostro y lentamente la bajó a su labio, tan suave, húmedo, tan fascinante. El pulso se le aceleraba y él no podía creer que aquello estuviera pasando, no quería despertar.

Agazapada y silenciosa, acercó su labio al de él y lo besó, quería grabar cada peculiaridad de esa boca misteriosa, que era suave, blanda y carnosa, pero a la vez áspera en los bordes, esos que tanto a ella le gustaban. Empezó con un labio y siguió con el siguiente, y así ella le mostró cuánto lo deseaba y él moría por abrazarla, sentirla y decirle que la quería, pero había prometido no hacerlo. Sintió fundir su boca a la de ella y sintió que estallaba embriagado de alegría, algo en él se aceleraba, algo en ella ardía… Cuando él no lo soportó más, la agarró por los brazos y la puso con la pared más cercana, ahora ella sabría cuánto él la deseaba, se acercó y en ese instante, un suspiro inmenso la hizo despertar, él casi ahogándose se levantó asustando, se tocó la frente y se dio cuenta de que sudaba.

¿Quién eres? ¿Quién eres que apareces en mis sueños y luego te vas? Se preguntaron, cada uno por su cuenta, cada uno en su lado de la ciudad.

 

Video para soñar con quien quieres, pero no puedes…

viernes, octubre 08, 2010

OICOR ANINAIG

Hay veces en la vida en que sentimos que pasamos por eventos ya repetidos. Es como si el destino nos hubiera dado la oportunidad de vivir lo mismo por segunda vez, aunque en algunos casos, como el mío, el final es el mismo.

El año 2000, una amiga a la que quería mucho partió para hacer su vida en Canadá. Sheyla, se fue y no pude decirle adiós, por más que intenté llegar al aeropuerto, no pude hacerlo y solo me quedó mirar partir el avión, con lágrimas en los ojos. Diez años después la historia se repite y en el mismo mes.

Hoy se fue a Brasil, junto a su esposo, a seguir con su vida, mi amiga Rocío, y desde este momento voy a escribir en segunda persona.

Rocío, hoy te fuiste y no pude decirte hasta luego, tampoco pude decirte gracias por todo el tiempo que pasamos juntas, por el cine, teatro, pollitos a la brasa y nuestros inolvidables maracuyás sours.

Hoy me he sentido deprimida porque te voy a echar de menos, las incoherencias que a veces nos decíamos y los comentarios acertados que me hacías. No puedo creer que hayas madurado tanto a pesar de seguir igual que cuando tenías 16.

Te agradezco por tu tiempo, por los días de gimnasio, por las almohaditas que me invitabas y por todos los ánimos que siempre me dabas. Te doy gracias por tenerme paciencia, por respetar mis silencios y alegrar mis tristezas. Por oírme y no decirme: “Eres mi amiga a pesar de…”, sino “Eres mi amiga porque…” Eso es algo que mi alicaída autoestima y yo te agradeceremos siempre.

Gracias te doy, Chío, porque fuiste el nudo que nos ató a todas las chicas de la promo, porque aunque no parezca, fuiste tú la que buscaba el momento de encontrarnos, sé que las chicas son conscientes de eso. Ahora nos queda a nosotras, cumplir con lo único que no has pedido, mantener el contacto. Te doy mi palabra que será así.

Hoy, en tu nombre, fui al Canastas, y me tomé dos maracuyás sour (no iba a desaprovechar mi Canastas card) y no pude evitar recordarte. Me dio tanta penita que me puse a llorar, pues sabes que soy llorona y la mayoría de las veces mis ojos me irrespetan y se mojan sin pedir permiso.

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En este momento debes estar cruzando esta parte del continente para reencontrarte con tu amado esposo y me siento feliz porque sé que sonreirás y porque Gorka estará contentísimo al verte, abrazarte y darte su amor. En verdad estoy feliz por ti y por él.

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No olvides que aquí en Perú, te esperamos con los brazos abiertos, esperando a que vuelvas para volver a ser el grupo de siempre, ese que ríe, que baila (mal, pero igual lo hacen), canta y se emociona, ese que como bien dijiste, no necesita invitación para nada. Ese grupo que a pesar de los años, vive con el alma de 16 años, ese grupo que te quiere y te extrañará siempre.

Espero que vuelvas siempre para que mi Camila juegue con tu Mikaela (con K como le gusta a Gorka), para que juntemos a las chicas y planifiquemos despedidas, bodas y baby showers. Para sacar del trabajo a la flaca, comer pizzita con la Pepi, aleccionar a Liseth o conversar con Mary. Regresa para que volvamos a ser la promoción 96 del colegio Heroínas Toledo del Calla, RA, RA, RA.

Te quiero harto, sé que no te lo dije en vivo y en directo, pero quiero que sepas que es verdad.

Buen viaje amiga, todas te deseamos lo mejor y te echamos de menos, desde ya.

Vuelve pronto.

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domingo, septiembre 26, 2010

Por qué no me parezco a Lourdes y sí confío en Susana Villarán

El día viernes, en la madrugada, me acerqué a la habitación de mi mamá, quien estaba medio dormida y le pregunté, que si fuera el caso de votar por Lima, por quién lo haría. Sin dudarlo me me respondió “Por Susana, porque Lourdes se parece a ti”. Cabe señalar que todo el viernes me la pasé un tantito deprimida.

Mi mamá me ve inflexiva, soberbia e intolerante cuando tengo que imponer mi punto de vista. Según ella no soy considerada y no pienso en mis hermanas cuando me enojo o les llamo la atención. Lo que olvida agregar es que ella me crió así, olvida las “N” veces que me dijo “Tú eres la mayor” y que eso incluía demostrar autoridad, cuando a ella se le doblegaba el carácter. Y NO LO HAGO MAL, porque en cada situación la decisión se toma, consultándoseme y eso no lo he impuesto yo. Esa autoridad mi mamá me la ha dado voluntariamente.

Por eso no me parezco a Lourdes. Cuando la veo por la televisión, me parece que la señorita oculta algo, no la noto sincera y es verdad que ambas tenemos poses soberbias; sin embargo, Lourdes NO TIENE CARÁCTER, eso se le nota a leguas, esto la ha llevado a tomar decisión sin criterio alguno, decisiones que ahora la han hundido una vez más en la elecciones. La pregunta es ¿por qué, Lourdes, por qué tomaste decisiones tan desacertadas? Una de las respuestas que le encuentro es su falta de carácter para decir, NO. No voy a hacer eso, no voy a aceptar. La otra, es que lo sabía muy bien y aceptó porque le convenía (caso Cataño). En eso nos diferenciamos ella y yo, pues el camino de la ilegalidad es uno que no tomaría.

Esta semana, Lourdes y su equipo de han dedicado a deslizar afirmaciones inexactas sobre Susana Villarán, tergiversar sus propuestas con la notoria intención de sembrar miedo en la población. En el programa de Rosa María Palacios, Lourdes dedicó bastante de su tiempo en intentar “hablar mal” de Susana, de rajar de ella, cosa que hace cada vez que tiene un micro cerca.

La única vez que he oído criticar a Susana, ha sido cuando la han atacado y difamado. Se notó su molestia cuando Lima apareció con afiches en su contra, pegados en la Vía expresa. Lo justo, como dirían mis alumnos. Yo NO rajo de nadie. Es más, considero que aquel que raja contigo de otro, cuando tú no estés rajará de ti. OBVIO. Así que Lourdes y yo, a leguas de distancia.

Por qué me causa afinidad Susana Villarán

Esta señora me parece honesta, la han criticado por sus propuestas liberales y ella no ha tenido reparos en mantenerlo. No se queda en lo políticamente aceptable. Quien dice las cosas que piensa a pesar de que la mayoría esté en contra, me parece admirable.

Susana es de izquierda, de centro izquierda como ella misma se define, y ¿quién no ha tenido su lado izquierda? Al ver tanta desigualdad y animadversión contra los más pobres, en un país que es ejemplo y motivo de admiración por otros, es inevitable mostrar con fuerza, ira y molestia todo el rechazo que llevamos dentro. Susana camina con el pueblo y no se le ve asqueada de hacerlo. Por eso tiene mi respeto.

Mientras otros se jalan los cabellos por el tema de la homosexualidad, de las drogas, del aborto, temas (al menos los últimos dos) muy importantes, olvidan que en el Perú hay temas de mucha más envergadura.  GENTE QUE MUERE DE HAMBRE. Personas que no pueden trabajar y están obligadas a mendigar.

Rasgarse las vestiduras porque Susana va a legalizar el matrimonio gay, cosa que no puede porque el alcalde no promulga leyes, y obviar el tema del hambre y pobreza en el Perú, en Lima, es una muestra total de hipocresía, sobre todo si viene de un grupo que dice preocuparse por el prójimo.

Finalmente y aunque parezca irónico, Susana me recuerda a mi mamá y por eso confío en ella. Asumo que muchos que la ven y se inclinan por ella, deben tener algún familiar bonachón que ven reflejado en ella. Es como Alberto Andrade, cuánto me hubiese gustado tener un tío como él y por eso siempre estuve a su favor. Sé que este ni siquiera es un argumento, pero sí una explicación de por qué mucha gente se siente afín a Susana.

¿Y las propuestas? Si solo me basara en esto, considero que ambas serían buenas alcaldesas, sin embargo como dijo Susana, “en mi partido gobierno yo”, eso no podría asegurarlo Lourdes. Es solo cuestión de carácter y ella ha demostrado no tenerlo. Me da mucha pena, porque como mujer soberbia (a veces) imagino cómo se debe sentir y eso explica el grupo de decisiones que tomó o le hicieron tomar esta semana que ya murió.

Suerte a ambas y espero que Lourdes no se le tire encima a Susana en el debate de mañana.

foto-     susana-villaran-     candidatos-lima¡ Susana, en ti confío!

lunes, julio 12, 2010

Punto de quiebre

Si me detengo a analizar las características más resaltantes de mi maravillosa personalidad hay dos que debo destacar: mi terquedad excesiva y mi inexistente tolerancia a la frustración, rechazo o vergüenza. Cada una de estas se convierten un una bomba cuando intervienen en mi toma de decisiones y la cosa alcanza proporciones ingentes cuando actúan de a par y eso me ha ocurrido en varias oportunidades. Pero antes de perturbar con la descripción de las bochornosas situaciones por las que me han hecho pasar estar perturbaciones de mi personalidad, empezaré explicando cada una de ellas.

TERQUEDAD EXCESIVA

Me considero una persona muy perseverante, si quiero lograr algo lo intento una y otra vez hasta que finalmente lo alcanzo, sin embargo esta característica muy buena en mí (al menos eso considero) y que, con la motivación suficiente, me ha servido para alcanzar ciertas metas profesionales; ha degenerado en una terquedad ciega cuando considero que tengo la razón, lo que ocurre se resumen en un palabra NECEDAD. Cuando estoy segura de que tengo la razón, insisto e insisto y a pesar de que tengo todo en mi contra y sé que me voy a hundir por esa necedad, sigo insistiendo, y si soy obligada a tomar una dirección contraria a mi voluntad, me enojo y miro con ira, pues no concibo la idea de que me esté equivocando.

Esto me ha traído muchos problemas y sé, OJO, soy muy consciente de que es un gran defecto, de que está terriblemente mal, pero no puedo evitarlo. He intentado manejarlo, pero es algo más fuerte que yo, el solo intento me duele, literalmente, pues pareciera que la cabeza me va a estallar cuando estoy haciendo algo con lo que estoy de acuerdo.

INEXISTENTE TOLERANCIA A LA FRUTRACIÓN, RECHAZO O VERGÜENZA.

Muchas personas con las que he conversado alguna vez, consideran que soy una persona extrovertida, con un gran humor y mucho de que conversar; por ello no me creen cuando les digo que soy una persona TÍMIDA, pero la verdad es que lo soy, soy terriblemente tímida. Es probable que estas personas que han conversado conmigo, no se han dado cuenta de que son ellos los que me han empezado a hablar, porque yo nunca empiezo una conversación, salvo con mis alumnitos. Me da pavor de que me corten, no me quieran hablar o simplemente nos quedemos en un silencio tan incómodo que duele.

Ayer me dijeron que es difícil creer que en cuatro meses no conozca a las personas que pertenecen a mi grupo de trabajo, si supieran que practico step hace un año y que recién estoy empezando a conversar “algo” con la gente que asiste a la misma clase que yo.

Es cierto que el qué dirán no debería importarnos, pero a mí sí. No tanto como para pararme en actuar, pero sí en deprimirme. Lloro y sufro, pero no puedo evitarlo. Que me hagan pasar vergüenza genera en mí el mismo efecto, si se ríen de mí, me matan.

Han existido momentos en mi vida donde ambas se han juntado y he obtenido resultado nefastos. Recuerdo claramente que a causa de esto me quedé en plena avenida México bordeando la media noche, porque simplemente no quise irme a mi casa en el momento apropiado, recuerdo que el amigo con quien conversaba me dijo “ya es tarde”, lo que yo entendí como NO QUIERO HABLAR CONTIGO e insistí en quedarme, por más paciencia que me tuvo, se cansó, peleamos y se fue. Era cerca de la medianoche y no sabía cómo volver a casa. La verdad es que era una zona muy peligrosa para que una joven de 20 años paseara por ahí. Resultado final, pelea excesiva, mucho moco de por medio y un mal recuerdo, además de ser tildada de loca. Tiempo después, me di cuenta de que efectivamente lo era.

Pero meses antes de eso, por no querer subirme a un taxi, recuerdo haber tenido que caminar desde el óvalo Unión hasta la avenida Alfonso Ugarte a las dos de la mañana, en esta oportunidad mi acompañante no volvió a recogerme o embarcarme, se fue porque lo insulté. En otra oportunidad que hice algo similar, me gané un golpe en la boca. Saldo final, un moretón, insultos mutuos, gritos y soledad.

En una actividad de PAMER había estado guardando sitio para una amiga que iba a acompañarme a ver el espectáculo de Eva Ayllón. Mi jefa y su amiga, que por cierto ahora es mi amiga también, llegaron tarde, se pusieron junto a mí, pero luego entre tanta gente se fueron sin decirme chau. Recuerdo que me dolió en el alma (intolerancia absoluta al rechazo), terminó mermando nuestra naciente amistad y mi actitud cambio. Lloré mucho y me amargué igual.

Cuando Sheyla vino y no quiso tomar el taxi que le dije, le pedí que se fuera, que me iría a casa sola, y terminé caminando por la avenida Tacna a la 1:30 de la madrugada, sola y con cartera. Esta vez que Sheyla vino al Perú no me mandó mensaje ni nada, supongo que está molesta conmigo o no me quiso ver (eso es lo que pienso).

Mi terquedad me ha llevado a tomar las peores decisiones y en todas estas no he sido consciente del peligro o magnitud de mi conducta hasta el día siguiente, cuando ya el berrinche, vergüenza, frustración e ira han cesado. Cuando me analizo no me reconozco. Algo esta mal en mí. Me bloqueo, me duele la cabeza, me tiemblan las manos, y reacciono como una autómata. Me atolondro, no sé que decir y termino llorando.

Este problema que tengo con la intolerancia al rechazo me ha hecho vivir con la idea de que muchas personas me señalan o me miran mal o quizá hablan a mis espaldas, esto me genera timidez e inhibición. Si alguien me mira mal o me hace una mueca, en verdad hace que me sienta mal, me deprima. Recuerdo que este año, un diseñador que trabaja en la empresa donde yo colaboro me saludo algunas veces de mala manera, concluí que no le caía bien. No me puse a pensar de que estaba muy ocupado o estresado, que es lo que ahora pienso que ocurre realmente. El viernes, día en el que estaba muy cansada, llegué tarde y me lo cruce, me dijo: “Hola, niña, al tiempo que te veo. ¿Te sientes bien?” “Sí, solo estoy cansada.” “Ah. Pero, cuídate mucho, ¿sí?” ¿Habrá sido sarcasmo? No sonó a eso al menos.

Ayer fue mi PUNTO DE QUIEBRE, ayer me he convencido de que tengo un problema y que aunque me crea muy capaz es imposible que lo solucione por mi cuenta. Ayer tomé la peor decisión de mi vida e insistí tan ciegamente en mantener las cosas como las había planificado que cuando se desbordó todo y se salió de mis manos no supe que hacer ni cómo reaccionar, es más, hasta ahora sigo viendo en perspectiva lo que sucedió y no me reconozco. Me asusto a mí misma, cómo puede ser posible que actúe así, solo porque me miran mal, porque me censuran por un error cometido, no puedo acobardarme ante el qué dirán a tal nivel que me lleve a paralizarme y no querer ver la solución más viable. En este instante pienso y hubiesen habido tantas, viables, sanas, no dramáticas, pero la sola imagen de la negación, rechazo o censura me hizo actuar mal, para tener como siempre un resultado funesto.

Hoy me he dado cuenta de que estoy mal y si algún día pretendo criar a una niña, mi hija, no puedo transmitirle esta inseguridad, la cadena se rompe y se rompe conmigo. Psicólogo urgente. No más. He dicho.

Ahora veremos qué sucede, sea lo que sea que pase, debe de ser por algo, hay que sacar el lado bueno de las desgracias, no es así? Esta me sirvió para por fin darme cuenta de que sola no voy a poder cambiar estos complejos que me agobian. Necesito a un especialista y creo saber quién.

 

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domingo, julio 04, 2010

A mis 30

Este año significa mucho para mí porque han pasado 30 años desde que abrí los ojos en este mundo por primera vez. Cada año ha pasado más rápido que el anterior, pero a pesar de eso cada uno de ellos no se han negado a dejarme enseñanzas que se confabulan en la persona que en este momento soy.
A mis treinta me he convencido de que la felicidad es transitoria y querer fingir que eso es mentira solo nos hace frustrarnos. Si la felicidad es efímera, hay que sacarle el jugo a esos pequeños momentos felices que se nos presentan.
He aprendido que la familia, imperfecta y conflictiva, es tuya y que es difícil que no se acerquen a darte la mano cuando te ven llorar.
He aprendido que el trabajo es gratificante, pero también sufrible, pero que si se hace por vocación, a pesar de todo es satisfactorio.
He aprendido entre tanta gente egoísta todavía existen personas que creen y aman a los demás, y que por lo tanto no pierden la oportunidad de ayudar.
Me he convencido de que hay mucha hipocresía en este mundo y que muy a mi pesar, esta no es solo cosa de adultos. También, aseguro que esta sociedad es un agente infeccioso y que día a día nos enferma. ¡Cuánto dinero deben tener los psiquiatras, psicólogos y psicoanalistas!
A mis treinta he hecho caminatas de más de treinta cuadras bien sea para matar el tiempo o por alguna huelga pro baja en el precio del combustible (gracias, señor chofer de combi). He corrido en dos maratones (bueno, caminado, pero igual cuenta) y he montado bicicleta por más de dos horas seguidas (máster de ciclyng). He escalado cataratas y me he resbalado de ellas, también, he conocido Macchu Picchu, pero no he subido al Huayna Picchu (será para la próxima). Me he embriagado tomando vino y mezclándolo con ron o chelas, motivo por el que la rubia ha salido de mi vida para siempre (eso creo).
A mis treinta he cantado en karaoke y me han aplaudido, sobre todo cuando me callo (ja), he bailado macarena, axe y porto seguro, conociendo los pasos y hasta en una boda me han seguido.
A mis treinta me han hecho entrevistas y me han tomado fotos para la prensa (OOOhhhh). He ganado dos premios importantes, al menos para mí y me han hecho una nota en televisión. (Doble Ohhhhhh).
A mis treinta me he convencido de que los hombres son un mal necesario, pero que a veces por un inmenso complejo de “yo soy capaz de cambiarte” elegimos a los más desatinados (¿sí o no FAMCD con tus tres nombres y dos apellidos?). He usado y me han usado. He querido y me han querido, he ofendido y me han ofendido; finalmente todo eso me ha cambiado.
A mis treinta me he reencontrado con gente amiga como mi entrañable Dally que debe creer que no la quiero porque no tengo tiempo para escribirle, porque aunque ya soy una adulto hecho y derecho, aún soy desordenada y no sé organizar mis tiempos. No me voy a olvidar de mi Chío que tanto me hace reír y tanto me anima ya sea en persona, celu o FB.
A mis treinta aún hago berrinche, lloro de cólera y me comporto como niña, sobre todo con cosas que no puedo controlar y frente a injusticias que no puedo cambiar.
A mis treinta me gusta mucho hacer step, pero antes me gustaba el taebo y ahora no, así que probablemente solo se trate de un hobby que quizá se me quite con el tiempo. Aunque espero que no.
A mis treinta nunca he salido de mi país y tampoco quiero hacerlo porque extrañaría demasiado a mi familia, lo que sí quiero hacer antes de cumplir 40 es conocer más de mi país, de mi hermoso Perú.
A mis treinta le tengo miedo a la oscuridad y a los roedores, a estos por un pequeño trauma de infancia que incluyen un cerrojo alto y un baño cerrado; a lo otro por algún motivo sobrenatural que no sé cómo explicar (necito a los hermanos Winchester).
A mis treinta quiero más que nunca a mi madre y a mi sobrina, porque veo en una el sacrificio que hizo por hacerme una persona de bien y en la otra veo la esperanza de un futuro mejor. Porque a los treinta necesito confiar, confiar en que este mundo aunque todos digan que se va al carajo, puede mejorar y convertirse en el lugar que tanto anhelo para mi familia, mis hijos y para mí.
Ya veremos qué me deparan los próximos años.

DSC03598Mi pollito y yo

sábado, mayo 01, 2010

01 de mayo

Hoy 01 de mayo, día del trabajo me puse a pensar en cuán significativo era mi trabajo para mí y por qué sigo dedicándome a un sector que me desgasta tanto físicamente y a veces me deja un sabor amargo confundido con una gran sensación de frustración.

Ser profesora siempre fue uno de mis más grandes anhelos. Recuerdo claramente que jugaba a la escuelita con mis hermanas o con mi legión de juguetes, los cuales (según algunos alumnos que tuve) sirvieron de ensayo para mi modus operandi en cuanto a sacar alumnos del salón se refiere.

En una clase de Economía con mi recordado profesor PITOT (cuyo nombre no recuerdo) nos habló sobre el trabajo y sus características. La gratificación personal que implica el trabajar fue algo que comprendí cuando recibí mi primera cartita por el día del maestro, gratificación que siento ahora cuando mis ex alumnos me dicen gracias. Entonces comprendí y ahora sigo entendiendo la gran importancia que siempre ha tenido la labor del profesor, que más allá del mero transmisor de información, transforma el carácter, crea pensamientos… Forma a seres humanos.

Otra característica que mencionaba Pitot, que el trabajo también es sufrible, porque no siempre vas a sonreír y estar feliz por trabajar, el trabajo incluye esfuerzo constante y sacrificar mucho de ti para mejorar día a día. En la actualidad se hace tan difícil educar a adolescentes que a veces siento que no tengo fuerzas. Me causa mucho pesar ver cómo desperdician su vida en cosas vanas y cómo dan importancia a cosas que en verdad carecen de valor o importancia.

Este año me ha tocado trabajar con adolescentes que se caracteriza por su gran rebeldía. Su apatía, ruido y gran capacidad de irreflexión me hace sentir agobiada. Nunca había tenido un grupo así y muchos que me conocen no pueden creer que tenga alumnos que se comporten “así” conmigo.

Busco los motivos y me pregunto si seré yo la razón de esta situación, pero la tutora me asegura que no, que ellos son así. A veces pienso en tirar la toalla y hoy me había sentado frente a la computadora con el firme propósito de enviar un mail y señalar todos los motivos de saludo por los que no puedo dictar en ese salón, en ese horario; pero hoy 01 de mayo, día del trabajo, he decidido que no lo haré. Tengo que pensar y pensar en cómo mejorar la situación, buscaré alguna estrategia, miraré más allá de lo evidente y espero lograr encontrar una solución. Al fin y al cabo si consigo los cambios que anhelo, se convertirá esta situación en un gran logro y estoy segura de que esto me hará sentir muy feliz.

Durante el desarrollo de nuestras actividades cotidianas, ¿cuántas veces no hemos querido tirar la toalla o hemos sentido esta sensación de ahogo y hemos pensado que tal vez erramos el camino? Es verdad que todo trabajo implica un sacrificio, pero este sacrificio se verá recompensado a corto o largo plazo, la idea es buscar el lado positivo, mirar al frente y seguir el camino.

¡Feliz día el trabajo para todos aquellos que a pesar de las mareas altas, cambios bruscos o desaliento siguen trabajando con esperanza en que mañana todo será mejor!

escolares

sábado, febrero 20, 2010

Experiencia religiosa: Malos hermanos.

Una de los principales motivos por los que no emigro del país, es por todas las historias de indiferencia absoluta que abundan en países extranjeros. Todo aquel que haya pisado suelo peruano destaca la calidez de su gente, la amabilidad y amistad que se destacan sobre los aspectos negativos que abundan en nuestro país.
La frialdad e indiferencia hacia el sufrimiento ajeno que se destaca o me han hecho destacar en países, tan añorados por algunos, como Estados Unidos, Canadá o España, me hacen convencerme día a día de que lo mío está en mi tierra, en mi Perú.
Personalmente considero que la indiferencia es la peor reacción que puede tener uno hacia el prójimo. Si me eres indiferente, para mí NO EXISTES ni NUNCA LO HICISTE. Si te odio es porque pienso en ti, porque tocaste mi vida, pero si no me interesas es porque te borraste y lo que te ocurra, simplemente… NO ME INTERESA.
Este no es un post resentido o “ardido”, no existe un individuo que me haya hecho llorar o sufrir. Este post es la expresión de lo que pienso sobre la hipocresía que reina en algunas agrupaciones que se dicen “religiosas”.
Hace muchos años, mi interés por encontrar a Dios fue tan grande que empecé una búsqueda de la Iglesia para mí. Visité por casualidad a los Evangélicos, Mormones, Testigos de Jehová, entre otros, y por consenso familiar dedicamos gran parte de nuestro tiempo a una de estas (no voy a mencionar a cual). Creí que había encontrado mi lazo con Dios y creí que sería feliz así. ¡Qué error tan grande!
Me tomaron varios años darme cuenta de que los miembros de una iglesia, por más santos que se crean, siguen siendo seres humanos, imperfectos seres humanos. En esta iglesia, me humillaron, me insultaron, me ofendieron y pisotearon mi autoestima hasta lo más bajo. Yo era una niña y adolescente que buscaba afecto y encontré rechazo, creo que este fue uno de los motivos por los que me volví tan reservada y veo una reacción similar en mis hermanas. ¿Por qué Dios me hacía esto? Me preguntaba constantemente. Lo que no comprendía era que los que me hacían eso eran otros niños y otros adolescentes igual a mí y que ellos no representaban a Dios.
Esa sombra de maldad llegó hasta mi madre y la hirieron, y es precisamente ese el motivo por el que no quiero volver y hasta el día de hoy, no lo haré.
Entre tanto miembro cruel y egoísta, existen también miembros amables, benevolentes y gentiles. Miembros que te reciben con una sonrisa y otros que irradian verdadera ingenuidad. Entre estos voy a menciona a uno es espacial. Su nombre es Jerson Huanca y pertenece al barrio de Bellavista. Jerson Huanca siempre se sintió orgulloso de ser miembro de la iglesia, siempre ayudaba cuando se lo pedían y colaboraba en todo lo que podía. Al menos ese es el recuerdo que tengo de él y la imagen a la que mi mamá se aferra ahora, porque Jerson Huanca tiene CÁNCER, Leusemia si no me equivoco y está muriendo en una cama del Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas de Lima, su vida se está consumiendo poco a poco y la ayuda que necesita y que tanto ha solicitado su pobre y destrozada madre, SE LE HA NEGADO.
Uno de los principales lemas de esta iglesia es “ayudarse los unos a los otros”, es más uno de sus himnos dice “Como os he amado, amad a otros. Un nuevo mandamiento, amad a otros…” ¡Qué ironía!
Esta iglesia gastó millones de dólares en la construcción de un instituto para los jóvenes miembros de esta organización. A su vez, tienen un presupuesto asignado para colaborar con los estudios de los miembros que no pueden pagarse una carrera, presupuesto del que muchos se aprovechan, organizan también actividades, almuerzos, paseos, entre otros. ¿Es acaso todo esto más importante que la vida de una persona? ¿Dónde está el amor al prójimo que tanto pregonan? ¿O es que acaso solo existe amor para el prójimo que se lleva bien con quienes dirigen esta organización?
Se le ha dado la espalda a una familia humilde, a una familia que ha tenido que pedir préstamos, empeñar y vender cosas, hacer actividades, pero sobre todo que ha tenido que soportar la indiferencia de quienes se llaman “sus hermanos”.
El dinero lo tienen, egoísmo también… ¿Corrupción? Es que el dinero lo corrompe todo y este todo a veces incluye a Dios.

A veces no es otra cosa más que un bonito, pero inútil, mensaje.